La Declaración Universal de los Derechos Humanos cumplirá 60 años el 10 de diciembre de este año. Esta declaración es algo así como los mandamientos hechos por humanos. Un consenso, por fin en algo, en el que casi toda la humanidad, o la mayoría de las naciones democráticas estuvieron de acuerdo. En ese ideal se plasman derechos como la libertad de expresión, pensamiento, religión, reunión y de transito. La justicia, protección de la ley, ampararse, la dignidad de la persona, su seguridad, trato humano, el trabajo y la educación. Entre la teoría y la práctica suele haber muchas diferencias y esos derechos no siempre son respetados. Estados Unidos no firmó el protocolo de Kyoto, que fue una respuesta de varios países frente al cambio climático. Supuestamente les preocupa mucho la ecología y mientras siguen financiando guerras por todos lados. En México andamos de novedosos con que ahora si eres inocente hasta que se demuestre lo contrario. ¿Qué no era ya así? El artículo 11 de la declaración mencionada ya lo establecía. Todavía en pleno siglo XXI existen en Oaxaca comunidades en donde las familias venden a sus niñas. Seguimos con discriminaciones de todo tipo, que si porque eres “emo”, o el caso de las personas que en su apellido tienen que llevar XX es una forma de señalarlos.
La ética tiene que ver con elegir entre el bien y el mal, utilizando la razón y la reflexión sobre la moralidad. Tiene que ver con valores y su jerarquía. La tolerancia para mi gusto es una virtud mediocre, ya que tolerar según el diccionario es respetar, soportar, sufrir con paciencia, permitir un mal sin aprobarlo. Es un grado inferior al amor y aceptación de incluso el enemigo.
Para evitar caer en un relativismo, en el que cada quien pone las reglas dependiendo de lo que mas le convenga en el momento, existen principios universalmente aceptados. Como la Declaración de los derechos ya mencionada. Han surgido gran cantidad de códigos de ética para cada profesión, nuevas leyes que intentan abarcar todos los casos específicos. Las leyes divinas son más sencillas y generales: si dice “no robarás”, se entiende que de cualquier forma, ya sea por Internet, por plagio de ideas, piratería o lo que sea. Las leyes humanas si no lo dicen específicamente no es delito. Así nos gusta complicarnos la existencia.
El regreso a lo básico, a esos principios éticos sí nos ha ayudado al menos a estar mas conscientes de las implicaciones de nuestras decisiones y acciones. También nos ayuda a darnos cuenta de algunas situaciones sutiles, como el conflicto de intereses, ser juez y parte, el uso indebido de información privilegiada, la discreción, el no ver información confidencial. También a veces compramos, sin darnos cuenta, productos de empresas y marcas que explotan niños, otras que pagan salarios miserables o destruyen el medio ambiente. De ahí la importancia de conocer lo que hace cada empresa para saber que es lo que estamos apoyando con nuestro dinero. Para ello se recomienda leer “el libro negro de las marcas.” Es necesario esforzarnos por vivir de una forma ética en todos los aspectos, porque la ética paga bien. jesus50@hotmail.com
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