viernes, agosto 08, 2008

Por los que se suicidan

Publicado el: 11-Junio-2008

Recuerdo que cuando estudiaba la primaria sucedió que el hermano de un amigo del salón se suicidó.Los compañeros estábamos impresionados, se trataba de un niño inteligente y hábil para la oratoria.

Cuando fuimos a darle el pésame a la familia, los padres estaban como aletargados, la mirada perdida, como de zombis, y la tristeza en el rostro. Fue algo impactante.Suicidios han habido muchos, desde personas en apariencia exitosa hasta personas humildes.

En la Región Sureste van aproximadamente 27 suicidios a junio de 2008. No es el objetivo de esta columna hacerles publicidad, ya que esta plaga social se puede contagiar por imitación y consenso social. Los motivos del suicidio son variados: miseria moral, falta de litio en el organismo, reajustes en el equilibrio de la vida de las personas tales como cambios en las finanzas, hasta decepciones amorosas.

Otros motivos han sido menos comunes. Hace unos años un joven de Saltillo se quitó la vida por llegar tarde al trabajo. Fue noticia internacional en la página de Internet “El Diario de lo Absurdo”.

Es impresionante lo que al respecto opinó un joven, en dicha página; casi dio un grito de ayuda: “Creo que ahora a nosotros los jóvenes no nos gusta batallar y buscamos la manera más fácil de solucionar las cosas, sin pensar que los problemas siguen y a lo mejor peor, porque aparte de los problemas sigue la carga para nuestros padres; creo que nos falta un poco de que nos inculquen valores, que nos enseñen a luchar, menos violencia familiar, más oportunidades de trabajo Yesa, 29/05/2007”.

El Estado debe defender la vida y es una responsabilidad que no debe evadir. El suicido es un fenómeno social de “melancolía colectiva” que merece atención y estudio de las autoridades. Lo afirma el libro del sociólogo Durkheim titulado “El Suicidio”.

También la familia debe atender las señales que presentan sus miembros, como cambios en el comportamiento y aislamiento.

En muchas ocasiones los suicidas dieron avisos desde sutiles hasta expresar su propósito de suicidarse antes de cumplirlo. Algunos opinan que es una decisión cobarde y otros que se necesita mucha valentía.

Creo que la vida no es fácil, aunque muchos jóvenes y personas, como Yesa, buscan sólo el placer y diversión inmediatos, hoy nadie quiere sufrir ni tantito dolor. Impera la ley del mínimo esfuerzo, se desaniman a la primera, lo“light”, lo desechable, lo aparente, lo efímero, lo de moda.

Muchos jóvenes carecen de ilusiones, sueños y metas que los lleven a darle un sentido a su existencia, su visión de largo plazo es de aquí al fin de semana.

En el otro extremo está “perseguir un fin inaccesible es perpetuar la insatisfacción que origina infelicidad”.

Hay que limitar las pasiones a lo posible. Caer en todo lo anterior ocasiona depresiones, ansiedades, angustias y neurosis. A nuestra sociedad le falta la cultura y costumbre de pedir ayuda para las enfermedades psicológicas, que como vemos pueden ser mortales.

Mientras más lejos están las personas de un ideal es más difícil vivir.

La vida hay que vivirla con alegría, aceptando sus momentos buenos y malos. Ver el lado positivo de todas las cosas, la felicidad depende de cada uno. jesus50@hotmail.com

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