miércoles, octubre 24, 2007

Desde lo local.

El Foro “Desde lo local” se está realizando en Saltillo, bienvenidos todos los funcionarios que nos visitan. Señores, de nosotros y de ustedes dependen los hechos que desde lo local que pueden cambiar las cosas para otros. Sepamos que nuestras cosas pueden cambiar como consecuencia de hechos globales que no dependen de nosotros.
Es gratificante que la agenda del foro incluya los talleres de: información de padrones de programas gubernamentales y el de evaluaciones en materia de transparencia y combate a la corrupción. Se toma además el tema de la contraloría social en municipios, que daría la posibilidad a los ciudadanos de controlar a sus gobernantes. Lo importante será implementar y darle seguimiento a los temas expuestos. Uno de los objetivos del foro es “Identificar la importancia de lo municipal en la esfera global, con la incorporación de nuevas tecnologías y enfoques ambientales.” Por tanto, tienen la oportunidad de promover lo nuestro, desde lo local hacia lo global. La coyuntura de obtener las mejores opciones de la globalización: amplificar la solidaridad, pero al mismo tiempo defender nuestra identidad y cultura para prevenir uno de sus peores peligros: homogeneizarnos, perdernos en “el anonimato y la masificación impersonal.” Aunque somos seres con capacidades limitadas, también debemos estar conscientes de cómo una persona puede influir más de lo que piensa. Cambiando nosotros mismos y contagiando ese ejemplo a nuestras familias, ya que en ellas nace el compromiso de solidaridad que supera el individualismo. Por ello, “urge que el gobierno promueva iniciativas políticas y sociales orientadas a defender y apoyar a la familia, a la persona y sus derechos. Conviene saber que las necesidades no son solo materiales sino humanas y fraternas como las de los prófugos, emigrantes, ancianos, enfermos, drogadictos, suicidas y familias disfuncionales.
El estado debe intervenir excepcionalmente y de manera temporal, cuando hay sectores o empresas débiles, para no caer en el exceso de privarles de su libertad, responsabilidad y competencia. De no hacerlo así, se convierte en un estado benefactor, asistencialista que aumenta el aparato público y el gasto. Se olvida que su fin es servir. El gobierno debe actuar con criterios de justicia y de moralidad, y no de acuerdo con la fuerza electoral y financiera del grupo que plantea una interrogante. El hombre no solo es un objeto de asistencia material humillante sino que necesita salir de la precariedad con la promoción de su dignidad.” La tarea es armonizar, con una jerarquía de valores, los intereses particulares hacia el bien común.

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