Por Jesús Humberto González de León.
Hoy no quiero escribir de superficialidades como el encarcelamiento de Paris Hilton, o el último chisme de Britney Spears. Ni de discusiones estériles como la del Chino que acusó al Secretario de Trabajo o las elecciones del 2 de julio pasado. Más bien, ante las tragedias que han azotado a Coahuila, y la guerra desgastante de señalamientos para buscar héroes y culpables entre los niveles de gobierno, propongo usar un nuevo villano favorito a quien achacarle todo. Alguien aparte del gastado Fox: Al Gore, quien en breve estará en Saltillo pregonando sus mensajes apocalípticos del calentamiento global. Le atribuiremos una teoría conspiratoria, con un ingrediente paranoico: Al Gore esta propiciando que los fenómenos meteorológicos se vengan a Coahuila con 3 fines: Primero, evitar que afecten a Estados Unidos, segundo preparar las condiciones para que su conferencia sea exitosa. Y tercero, usa el tema para promoverse políticamente. Así de maquiavélico. Si esto le resulta poco creíble, pues todavía creo mas en eso que en la afirmación de que Saltillo este preparado para un desastre natural de una gran magnitud. No lo estamos porque casi nunca nos llegan los desastres, vivimos en una zona algo así como en el extinto limbo de los desastres.
No tenemos una cultura de cómo actuar ante situaciones de este tipo. Los norteamericanos, un poco mas acostumbrados, tienen refugios, almacenan alimentos no perecederos, guardan linternas y radios. Si bien, es difícil reaccionar ante la fuerza de eventos de la naturaleza, nos podemos preparar mejor. Aquí el día que nos llegan los desastres corremos como gallinas sin cabeza: se duplican actividades, los esfuerzos no tienen coordinación y los gobiernos buscan colgarse la medalla lucrando políticamente con las tragedias. Esto desvirtúa los fines y hace que se pierda efectividad. Nadie le quiere entrar con fuerza al drenaje pluvial porque no es muy vistoso. Las soluciones de raíz quedan en el olvido hasta que llegue la nueva tragedia que reactivará otra vez el ciclo de un esquema apaga-fuegos: reaccionario y sin énfasis en la prevención. Hace falta un manual de procedimientos para actuar de una forma rápida, pero bien organizada. Mas que buscar el protagonismo el gobierno, en todos los niveles, debe: Fomentar una cultura de prevención y preparación, un mecanismo de alarma y respuesta ante las amenazas naturales, organizar y promover la participación solidaria de los ciudadanos ante situaciones como la tromba que azotó a los estimados ramosarizpenses.
En algún momento, que puede ser mañana o en algunos años le tocará a Saltillo. Nadie esta exento: Ramos Arizpe, Piedras Negras ya tuvieron su turno. Podemos echarle la culpa a Mr. Al Gore o podemos prepararnos. Como dijo Baltasar Gracian: “Para prevenidos no hay acasos” o hasta el mismo Maquiavelo: “Lo que se ha previsto casi siempre esta desprovisto de peligro.” jesus50@hotmail.com www.chuybeto.blogspot.com
Hoy no quiero escribir de superficialidades como el encarcelamiento de Paris Hilton, o el último chisme de Britney Spears. Ni de discusiones estériles como la del Chino que acusó al Secretario de Trabajo o las elecciones del 2 de julio pasado. Más bien, ante las tragedias que han azotado a Coahuila, y la guerra desgastante de señalamientos para buscar héroes y culpables entre los niveles de gobierno, propongo usar un nuevo villano favorito a quien achacarle todo. Alguien aparte del gastado Fox: Al Gore, quien en breve estará en Saltillo pregonando sus mensajes apocalípticos del calentamiento global. Le atribuiremos una teoría conspiratoria, con un ingrediente paranoico: Al Gore esta propiciando que los fenómenos meteorológicos se vengan a Coahuila con 3 fines: Primero, evitar que afecten a Estados Unidos, segundo preparar las condiciones para que su conferencia sea exitosa. Y tercero, usa el tema para promoverse políticamente. Así de maquiavélico. Si esto le resulta poco creíble, pues todavía creo mas en eso que en la afirmación de que Saltillo este preparado para un desastre natural de una gran magnitud. No lo estamos porque casi nunca nos llegan los desastres, vivimos en una zona algo así como en el extinto limbo de los desastres.
No tenemos una cultura de cómo actuar ante situaciones de este tipo. Los norteamericanos, un poco mas acostumbrados, tienen refugios, almacenan alimentos no perecederos, guardan linternas y radios. Si bien, es difícil reaccionar ante la fuerza de eventos de la naturaleza, nos podemos preparar mejor. Aquí el día que nos llegan los desastres corremos como gallinas sin cabeza: se duplican actividades, los esfuerzos no tienen coordinación y los gobiernos buscan colgarse la medalla lucrando políticamente con las tragedias. Esto desvirtúa los fines y hace que se pierda efectividad. Nadie le quiere entrar con fuerza al drenaje pluvial porque no es muy vistoso. Las soluciones de raíz quedan en el olvido hasta que llegue la nueva tragedia que reactivará otra vez el ciclo de un esquema apaga-fuegos: reaccionario y sin énfasis en la prevención. Hace falta un manual de procedimientos para actuar de una forma rápida, pero bien organizada. Mas que buscar el protagonismo el gobierno, en todos los niveles, debe: Fomentar una cultura de prevención y preparación, un mecanismo de alarma y respuesta ante las amenazas naturales, organizar y promover la participación solidaria de los ciudadanos ante situaciones como la tromba que azotó a los estimados ramosarizpenses.
En algún momento, que puede ser mañana o en algunos años le tocará a Saltillo. Nadie esta exento: Ramos Arizpe, Piedras Negras ya tuvieron su turno. Podemos echarle la culpa a Mr. Al Gore o podemos prepararnos. Como dijo Baltasar Gracian: “Para prevenidos no hay acasos” o hasta el mismo Maquiavelo: “Lo que se ha previsto casi siempre esta desprovisto de peligro.” jesus50@hotmail.com www.chuybeto.blogspot.com
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